Mentalidad y buenas prácticas: combinación clave para emprender con éxito

 

Emprender no es solo tener una buena idea o diseñar un plan sólido. Es, sobre todo, adoptar la mentalidad adecuada y aplicar prácticas que hagan el camino más claro, sostenible y humano.

A lo largo de mi experiencia como emprendedor, empresario, consultor, inversor, asesor, coach y mentor de emprendedores y empresarios he podido observar un patrón. Quienes trabajan en su forma de pensar antes de lanzarse a la acción, y luego ejecutan con inteligencia, son los que más avanzan y con mayor satisfacción.

En este artículo quiero presentarte, de manera resumida, dos pilares de mi libro El zorro y la teoría del jumbo. Por un lado, la teoría del jumbo, que propone un mindset o mentalidad para evitar errores comunes y aprender a avanzar paso a paso. Por otro lado, los consejos de un zorro, un conjunto de buenas prácticas que sirven para transformar esa mentalidad en resultados concretos.

La teoría del jumbo: pensar como un emprendedor que avanza paso a paso

Antes de hablar de métodos o herramientas, es necesario alinear la forma de pensar. O lo que es lo mismo, antes de actuar, es preciso comprender que la mentalidad lo es todo.

La teoría del jumbo recoge una serie de principios que propongo como base a la hora de emprender. Es la mentalidad que te propongo desarrollar, es decir, el piso desde el cual vas a mirar tu emprendimiento y desde dónde vas a pensar cómo ejecutarlo.

La teoría del jumbo nace de una reflexión muy simple:

No empieces tu emprendimiento queriendo fabricar un Boeing 747 desde el primer día.

En lugar de eso, construye un ultraliviano, algo más pequeño, simple y ágil que puedas lanzar rápido, validar y mejorar con el tiempo. De ese modo evitas quedar atrapado en proyectos interminables que nunca llegan a ver la luz.

Tu búsqueda como emprendedor debe orientarse a entregar, en períodos cortos de tiempo, algo que sea útil y funcional, que se pueda medir, aunque no sea el producto definitivo.

Si bien definir «tu jumbo» —ese gran producto o servicio que quieres diseñar y construir— te proporciona un norte, el objetivo primordial debe ser trazar un plan, un camino hacia ese jumbo, entregando de manera continua y en plazos cortos algo que sea de utilidad para el cliente.

Cada entrega es un objetivo en sí mismo, y esta dinámica te permite ajustar el rumbo cada vez que sea preciso. Entonces, reitero: no fabriques un jumbo, fabrica un ultraliviano y evoluciona a lo largo del camino. Este enfoque evita que te quedes atascado en proyectos eternos que nunca ven la luz.

Más que un método, la teoría del jumbo es una forma de pensar y actuar. Propone principios que permiten ser más eficiente, reducir desperdicios, mantener el foco y generar valor de manera constante.

Principios de la teoría del jumbo

Estos principios son la hoja de ruta para aplicar la teoría y mantener un enfoque productivo y eficiente en cualquier emprendimiento. Explicados brevemente, estos son los principios de la teoría del jumbo que puedes profundizar en mi libro:

  • Trabaja lo necesario, hazlo fácil: elimina todo lo que no aporte al primer objetivo y evita la sobrecarga innecesaria.

  • Trabaja en algo que va a servir, que sea práctico: asegúrate de que lo que entregas sea útil y aplicable de inmediato.

  • Trabaja sobre una solución: comprende primero el problema real antes de decidir qué construir.

  • Hazlo simple: quita lo que sobra sin perder funcionalidad ni valor.

  • Hazlo de forma humana y colaborativa:  trabaja en equipo, con empatía y apertura, porque nadie emprende en soledad.

  • Crea una gran experiencia: diseña soluciones que sorprendan y generen recuerdos positivos.

  • Es más importante solucionar que construir: el valor está en resolver un problema, no en la cantidad de trabajo hecho.

  • Genera valor constantemente: entrega avances útiles de forma continua, aunque sean pequeños.

  • La calidad importa: no sacrifiques estándares en nombre de la rapidez. Lo que entregas habla de ti.

  • Conviértete en el cliente: vive lo que vive tu cliente para comprender sus necesidades reales.

  • Mantén el enfoque: evita distracciones y mantente alineado con el objetivo central.

Adoptar estos principios no es opcional si quieres emprender con solidez. Todos se complementan y, juntos, crean un marco que transforma la manera de construir un negocio. La teoría del jumbo te invita a avanzar paso a paso, evitando la sobrecarga, maximizando resultados y generando aprendizajes reales en cada etapa.

Consejos de un zorro: buenas prácticas para ejecutar mejor

Ahora bien, la mentalidad es esencial, pero no suficiente. Necesitamos traducirla en acción.

Por eso, en mi libro comparto los “consejos de un zorro”, un conjunto de prácticas que me han servido durante años y que he visto funcionar en los proyectos que acompañé. Son recordatorios concretos para que el día a día del emprendedor sea más claro y productivo.

Consejos clave

Los consejos clave de un zorro que ya ha andado el bosque y escalado montañas —y en los que puedes profundizar si lees mi libro— son los siguientes:

  • Humanizar las empresas y los emprendimientos: poner a las personas en el centro siempre.

  • Liderar personas y gestionar proyectos: primero lidera a tu equipo, luego administra las tareas.

  • Tener una visión única y compartida: definir y alinear el destino que todos persiguen.

  • Tener los números ordenados: controlar las finanzas para decidir con claridad.

  • Diseñar y vivir la experiencia: experimentar lo que ofreces para mejorarlo continuamente.

  • Comunicar con empatía: asegurarte de que el mensaje llegue como lo piensas.

  • Vivir con tus socios: elegir bien con quién compartes tu negocio y establecer acuerdos claros.

  • Saber qué te motiva: identificar lo que te impulsa y usarlo como motor.

  • Balancear vida y trabajo: encontrar un ritmo que permita avanzar disfrutando del proceso.

Estos consejos son aplicables a cualquier emprendimiento, grande o pequeño. Al combinarlos con la teoría del jumbo, se convierten en una fórmula para avanzar más rápido y con propósito. La mentalidad ordena, las prácticas concretan.

Unir mentalidad y buenas prácticas para avanzar

Emprender requiere visión, disciplina y coraje. La teoría del jumbo ofrece el marco mental para evitar errores comunes y concentrarte en lo que realmente importa. Los consejos de un zorro aportan las buenas prácticas que convierten esa mentalidad en acción efectiva.

La combinación de ambos enfoques es la que permite avanzar con seguridad, adaptarse a los cambios y construir un emprendimiento más simple, humano y sostenible.

Después de años acompañando a emprendedores y empresarios, puedo asegurarte que quienes logran integrar estos dos pilares son los que hacen la diferencia.

Si quieres dar ese paso en tu propio proyecto, empieza por reflexionar en cómo piensas y en cómo actúas. Pregúntate: ¿estás construyendo un jumbo antes de tiempo? ¿Estás ejecutando con prácticas simples y efectivas?

La invitación es clara: piensa en un jumbo, empieza construyendo un ultraliviano, actúa como un zorro, y verás cómo tu camino emprendedor se transforma.

 
 

Consigue un mentor en mi libro

 
Siguiente
Siguiente

Hacer más de lo necesario: otro gran error a la hora de emprender