Un mentor completo: más que un asesor, consultor, coach, empresario y emprendedor

Nicolás Maiztegui - Artículo - Un mentor completo
 

Cuando estás por emprender, te encuentras frente a una infinidad de decisiones. Algunas tienen que ver, en principio, con la idea misma, es decir, en qué emprender, otras con el producto o servicio definido, el mercado, la inversión, el tiempo o tus propios límites. Y ahí, justo en ese punto, aparece una figura clave: el mentor. Pero no cualquier mentor. Lo que necesitas es un mentor completo, alguien con una mirada amplia, experiencia profunda y un compromiso real con tu proyecto y tu crecimiento.

No se trata solo de saber, sino de haber vivido

Para mí, un mentor no es alguien que repite teorías o fórmulas. Es alguien que ya transitó el camino. Que se equivocó, que aprendió, que resolvió, que tuvo que rehacerse una y otra vez. Que no te acompaña desde el deber ser, sino desde el haber estado ahí.

Cuando acompaño a emprendedores, empresarios y organizaciones, lo hago desde mi propia experiencia. No porque me lo contaron, no porque lo estudié en un curso, sino principalmente porque lo viví en carne propia. Porque emprender, liderar, invertir, dirigir, tener éxito, fracasar no es un conocimiento que se obtiene leyendo, sino, sobre todo, haciendo.

Mientras más caminos ha recorrido un mentor, más completo es su acompañamiento. Su experiencia se convierte en una herramienta práctica para anticipar, guiar y abrir nuevas posibilidades en cada proyecto.

Un mentor completo es un zorro que ha recorrido el bosque y escalado montañas

En mi libro El zorro y la teoría del jumbo, propongo una figura que sintetiza la mentalidad que creo que necesita cualquier emprendedor y con la que me identifico como mentor: el zorro. El zorro es curioso, flexible, estratégico. No se queda quieto. Creo firmemente en que un mentor necesita ser un zorro, un ser experimentado.

Un mentor completo no impone caminos; ayuda a que los descubras. No dice “esto es así”; por el contrario, pregunta, observa y acompaña. No se encierra en un único modelo, sino que adapta su mirada a lo que necesitas en el momento que lo necesitas. Por eso, cuando trabajo con alguien, no le hablo desde una receta. Lo escucho, lo leo, lo desafío y lo acompaño con las herramientas que tengo. Y si no las tengo, las busco con él.

¿Por qué importa que tu mentor tenga experiencia en distintos roles? Porque no es lo mismo haber creado un proyecto desde cero que haber liderado una empresa. No es lo mismo haber invertido en una empresa que haber buscado inversión. No es lo mismo diseñar una estrategia que ejecutarla.

Yo fui —y soy— emprendedor, empresario, asesor, consultor, inversor, coach y, finalmente, mentor. Cada uno de esos roles me permitió entender una parte distinta del juego. Y cuando acompaño a alguien, no lo hago desde un único lugar: puedo entrar como mentor, pero también traer una mirada empresarial, una lógica financiera, una sensibilidad emocional o una estrategia de mercado. Todo eso lo pongo al servicio de quien tengo enfrente.

Ser un mentor no es lo mismo que ser un asesor. Tampoco es lo mismo que ser un consultor o un coach. Cada uno cumple un rol distinto en el acompañamiento de emprendedores y empresarios. Veamos las diferencias clave para distinguir un perfil del otro.

Qué hace un asesor

  • El asesor transmite conocimientos y propone soluciones. 

  • Su enfoque suele estar basado en la teoría —aunque puede tener experiencia práctica— y generalmente responde a situaciones puntuales. 

  • No acompaña de forma sostenida a la persona que asesora.

Qué hace un consultor

  • El consultor tiene un conocimiento especializado en un rubro determinado. 

  • Ayuda a implementar soluciones y mejoras a nivel operativo o estratégico. 

  • Sabe cómo hacer las cosas y lo aplica, pero no necesariamente vivió esos problemas en primera persona. 

Qué hace un coach

  • El coach trabaja desde metodologías que ayudan a la persona a encontrar sus propias respuestas. 

  • No brinda soluciones directas, ni se basa en su propia experiencia. 

  • Aplica técnicas para el desarrollo personal o profesional, pero no necesariamente estuvo en el lugar del otro.

Nicolás Maiztegui - Artículo - Un mentor completo

Qué hace un mentor

Ya tenemos un artículo desarrollado sobre qué hace un mentor. A los fines de contrastar este con los perfiles descritos anteriormente, agrego:

  • Un mentor transmite conocimiento desde la experiencia. 

  • Sabe lo que se siente emprender, arriesgar, fallar y volver a intentar. 

  • Puede guiarte porque ya pasó por ahí. 

  • No impone, pero sí sugiere; no dirige, pero acompaña. 

  • El mentor comparte su camino para que tú puedas recorrer el tuyo con más claridad, foco y confianza.

En mi caso, no solo fui emprendedor. También fui asesor, consultor, coach, empresario e inversor. Y todo eso me permitió convertirme en un mentor más completo.

Un mentor completo es aquel que, además de su experiencia emprendedora, ha desarrollado otras habilidades y saberes complementarios. No se queda con una sola perspectiva, sino que puede abordar un proyecto desde distintos ángulos: estratégico, emocional, financiero, operativo. Entonces:

  • Un consultor no es necesariamente un mentor.

  • Un mentor puede no trabajar como consultor.

  • Un mentor puede ser un consultor.

  • Un mentor que también es consultor, ¡mejor!

Y si además de consultor, ese mentor es también asesor, coach, empresario, entonces hablamos de alguien verdaderamente completo.

Completo no significa generalista. No se trata de saber o haber hecho “un poco de todo”, sino de haber vivido en primera persona los distintos niveles del juego. Significa tener la experiencia y la trayectoria necesarias para lograr una mejor mentoría.

Por eso, cuando te preguntes qué tipo de mentor necesitas, piensa si estás buscando solo respuestas o si estás buscando a alguien que sepa lo que es estar en tu lugar y que te ayude a avanzar.

¿Qué tipo de mentor necesitas?

Alguien que entienda de negocios, pero también que te entienda a ti. Que sepa en qué etapa del ciclo de vida de tu emprendimiento estás, cuál es tu punto de partida y hacia dónde quieres ir. Que pueda ayudarte a pensar y, a la vez, te dé herramientas para accionar. Que te desafíe con respeto, y te escuche sin juicio.

Para mí, un mentor completo (por tener muchos perfiles en uno y haberlos vivido en carne propia):

  • Te saca de tu burbuja y te muestra lo que no estás viendo.

  • Te acorta el camino y te ayuda a evitar errores innecesarios.

  • Te transmite experiencia real, no solo conceptos.

  • Te acompaña emocionalmente, sin minimizar lo que sientes.

  • Te ayuda a enfocarte y a no perderte en lo accesorio.

Si estás empezando, si ya arrancaste y sientes que necesitas ordenar o escalar, si quieres volver a conectar con tu espíritu emprendedor desde el lugar de empresario, o si simplemente estás buscando con quién pensar tu proyecto, tal vez sea el momento de sumar un mentor a tu camino.

Y si buscas a alguien que no solo tenga experiencia, sino que pueda ayudarte a mirar, a decidir, a desafiarte y a sostenerte, quizás te sirva conversar con un mentor completo, que tenga muchos perfiles en uno. Porque cuando la experiencia se combina con compromiso real, la mentoría se convierte en un espacio de transformación.

Emprender no tiene por qué ser un camino solitario. Si necesitas un mentor completo, aquí estoy. Y si quieres empezar por tu cuenta, te invito a leer mi libro El zorro y la teoría del jumbo, donde vas a encontrar herramientas, experiencias y consejos de un zorro que te pueden ayudar a avanzar. Es una forma de tenerme como mentor, aunque todavía no nos hayamos cruzado.

 
 

Consigue un mentor en mi libro

 
Siguiente
Siguiente

El ciclo de vida de tu próximo emprendimiento